sábado, 2 de febrero de 2008

La cultura Slow Down "the slow down culture". Acaba con tu estrés y vive con felicidad!

La cultura Slow Down "the slow down culture". Acaba con tu estrés y vive con felicidad!


Este es el primer mensaje que lanzo antes de que cualquiera empiece a leer este post:

SI LO VAS A LEER, SIN PRISAS POR FAVOR

Lo primero es invitaros a leer con calma y sin estrés este artículo y sobretodo a que reflexionéis. De bien es sabido por todos que tan pronto abrimos un mail o leemos algo por internet tenemos una ansia indescriptible por acabar de leerlo incluso sin haber entendido nada. Lo importante es abrirlo echarle un vistazo y se acabó!!!...da igual si no nos hemos enterado de la mitad, ya le diremos al remitente que no se entendía nada, da igual si se mal interpreta porque lo hemos leído y la otra persona seguro que se ha explicado mal, y así...cada vez más nuestras acciones empiezan a perder sentido, perdiendo con ello el sentido de nuestras vidas.

Pero a qué se debe esto? La cultura del hacer muchas cosas y cuanto más rápido mejor para poder seguir haciendo más cosas acaba en que no hacemos nada bien. Nuestra eficiencia disminuye de una forma increíble y la calidad de lo que hacemos es nula...con lo que acabamos haciendo las cosas mal, perdiendo el tiempo y con un estado de estrés o infelicidad continua que nunca hubiéramos tenido si nos hubiéramos planteado las cosas con otra filosofía.

La filosofía del porque ocurre esto es porque el estrés que invade nuestras vidas se ha convertido en una enfermedad. Pero ese estrés en realidad lo decidimos nosotros mismos. Cada uno de nosotros tiene en sus manos acabar con esta infelicidad continua que invade nuestras vidas, aunque tristemente seguro que más de uno que lea el post pensará que no tiene tiempo para hacerse este tipo de planteamientos, pero en cambio si lo tiene para leer un montón de mails en 5 minutos sin entender la mitad, un hora para buscar el significado de algo en el Google (que muchas veces no es fiable) en lugar de gastar un minuto con un diccionario, una hora para hablar por el móvil porque hay que aprovechar la promoción de verano o para hacer cualquiera de las actividades que hacemos a diario sin pensar ni porque lo hacemos ni como, simplemente lo hacemos porque hay que hacerlo...y he aquí cuanto todo pierde su sentido.

Queremos hacer tantas cosas, que para optimizar el tiempo nos posee este tipo de comportamiento...pero que curiosa paradoja la de no querer perder el tiempo y sin embargo estarlo perdiendo......en leer cosas que en realidad no leemos, leemos a medias o interpretamos mal por no leerlas con su debido tiempo... y además que curioso que de realizar esta acción a realizarla correctamente quizá la diferencia serían 3 minutos (un tiempo insignificante a lo largo de un día).

Ahora que estamos en la era de las telecomunicaciones, donde nunca había sido tan fácil comunicarse con nadie, curiosamente ocurre lo contrario. La incomunicación aumenta entre nosotros. Cada vez son más comunes los malos entendidos por interpretar un mensaje de móvil o un mail incorrectamente (y todo por no pararse un minuto a leerlo con calma), o incluso a veces es tan complicado quedar con una persona que al final no quedamos, puesto que como pensamos que en cualquier momento nos podemos comunicar con alguien y cambiar los planes no tenemos en cuenta a las personas con las que vamos a quedar, que es el verdadero sentido de lo que supuestamente queríamos, sino que lo único que nos interesa es quedar y cumplir. Ahora que más que nunca nuestra infelicidad ha aumentado, a pesar de tener más medios materiales que nunca para no serlo, ha surgido una nueva filosofía que quizá tendríamos que plantearnos todos y cada uno de nosotros: "La cultura del Slow down", proviene de suecia, lo cual ya dice mucho en su favor, y tiene mucho de cierto en su contenido. El movimiento Slow Down propone aparcar la prisa y disfrutar del cada minuto. Para ello reivindica una nueva escala de valores, basada en trabajar para vivir y no vivir para trabajar! La biodiversidad, la reivindicación de las culturas locales y un empleo inteligente de la tecnología, son algunos de sus principales fundamentos. Como dice un gran refrán "en la vida no gana el que llega primero sino el que llega en condiciones".

El hombre siempre ha vivido condicionado por el paso del tiempo. Así por ejemplo, el Movimiento Futurista a principios del XX, consideraba la velocidad como una muestra del triunfo del hombre sobre la naturaleza. Su frase “Un automóvil rugiente, que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia“. Todo lo que conforma nuestro entorno nos invita a vivir de una manera veloz, sin detenernos a mirar lo que pasa a nuestro alrededor. Las marcas de moda nos presentan su nueva temporada de invierno cuando aún estamos sacando nuestros bañadores del armario.

Hasta hace unos años, el domingo se descansaba, las familias se reunían o los amigos quedaban para charlar o dar un paseo. Hoy el mundo tiende a que todo funcione 365 días al año para tener cuantos más servicios mejor, pero nadie piensa en esas personas que tienen que trabajar esos días en los que supuestamente se descansaba y contribuían a nuestra felicidad. Cada vez más frecuente pasar el día entero en los malls se recorre el lugar haciendo shopping, más tarde se reponen fuerzas comiendo en un local de fast food (o comida basura) y se termina la jornada en el cine acompañados de unas pop corn. Es decir, se puede consumir durante todo el día, sin ver la luz del sol, inmersos en un universo artificial de luces, olores y sonidos diseñados para fomentar el consumo, surgiendo así El Síndrome de la infelicidad continua...que tiene como consecuencias otras enfermedades como la obesidad, el estrés la ansiedad, etc. de todas esas personas que no cuentan con tiempo suficiente para cumplir con todas sus obligaciones diarias o las expectativas que se esperan de ellos y que posponen cualquier experiencia gratificante a un hipotético momento futuro, que finalmente nunca se alcanza.

Se identifica ser el primero con tener éxito y se considera la lentitud propia de perdedores o personas sin iniciativa. Pero, todo tiene un límite y el culto a la velocidad parece estar llegando al suyo. El concepto sueco del Slow Down o desaceleración (para los que no tengan tiempo de mirar el diccionario), está cada vez más presente en nuestra sociedad y son numerosos los movimientos que se han formado para luchar contra la tiranía del reloj.

The Sloth Club

En Tokio, el llamado Sloth Club, apuesta por una vida más tranquila, inspirada en el animal perezoso. Promueve el concepto de hacer menos, de vivir en forma sencilla sin depender del consumo. En esta línea se enmarca el Downshiftting (simple living) cuyos miembros tienen el noble objetivo de vivir con modestia y pensar con grandeza. Según ellos se puede vivir mejor consumiendo menos.

Tampoco faltan propuestas como Take Back Your Time, iniciativa surgida en Estados Unidos para concienciar sobre la epidemia de exceso de trabajo y horarios extremos que amenaza la salud, las familias y las relaciones humanas. Entre sus propuestas está la de conseguir que el 24 de octubre sea nombrado Día Oficial sin Relojes.

Esta actitud lenta, aplicada al trabajo, no tiene porque significar menor productividad sino por el contrario un trabajo de mayor calidad, más atento a los detalles y desarrollado en un ambiente más flexible y estimulante. De este modo se consigue mayor eficacia e implicación de los trabajadores porque somos más felices, y además al terminar la jornada se encuentran en mejor disposición de disfrutar de la vida.

Así también han surgido las Slow Cities que tiene la voluntad de construir un espacio más humano, con medidas que van desde sistemas de aire que controlan la polución a iniciativas para animar a la protección de los productos y la artesanía locales o planes para eliminar ruidosas alarmas, mediante programas de seguridad alternativa. Una Slow City también debe contar con una educación en consonancia con su estilo de vida. En las Slow Schools no importa cuándo va a sonar el timbre, sino cuándo los alumnos han comprendido la lección. Y después de una Slow Food nada mejor que una tranquila siesta y mejor aún acompañada de Slow Sex. Esta disciplina del movimiento Slow está basada en el Tantra Sexual. Las caricias, la respiración y no tener prisa es indispensable para esta práctica.

En España uno de los pioneros del movimiento Slow ha sido Jesús Gargón gracias a su labor de identificar los caminos de rebaños y revivir las actividades de trashumancia como medio de protección del medio ambiente de las montañas.

El Movimiento Slow hace que las personas nos preguntemos: ¿realmente es necesario vivir tan acelerados? ¿Disfrutamos lo suficiente de nosotros mismos y de nuestro entorno?, ¿Por qué nos hemos dejado seducir por otras culturas cuando vivimos en una que no tiene nada que envidiar a muchas otras? Ocupados en ganar dinero que nos asegure un futuro cada vez más incierto, nos hemos olvidado de disfrutar lo más importante del mundo: nuestras vidas. ¿Por qué no ir andando al trabajo en lugar de coger un medio de transporte y estresarnos por la hora?, ¿por qué no levantarte diez minutos antes y darse un buen desayuno? o simplemente ¿por qué no dejar que sea la vida la que nos marque su propio ritmo?

"...es posible que haya dicho todo esto también deprisa y sin meditar, pero quizá si tengo tiempo en breve lo haga..." jordi


Slow Down Now
Slow Food Foundation

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy cansada de que me corran de todos lados...De que me atropellen mientras camino.De que no repeten mis tiempos y me obliguen a correr para lugares a donde no quiero ir...Estoy cansada de no poder respirar en paz y ver las cosas que pasan a mi alrededor porque si lo hago uno que viene a toda velocidad me tira al suelo...No quiero andar apurada ni que invadan mi privacidad con llamadas telefonicas de ventas de cosas que supuestamente "necesito para vivir"...Estoy cansada de ver mi correo lleno de papeles ofreciendome cosas en comodas cuotas sin las cuales hasta el momento habia vivido...No quiero que me EMPUJEN para llegar a algun lugar al que no quiero llegar de esa manera...Me ahoga este apuro, que no me deja sentir mi respiracion...Quiero quedarme en mi casa leyendo un libro antes que sentirme atropellada por todos los apurados que NO SE PORQUE VAN DE ESA MANERA?. ¿Que nos han hecho?...¿Quien nos apreto el acelerador?...¿Quien nos quiere destruir?. Dejenme en paz por favor!!! Llevense sus apuros y alejen de mi esas "comodidades" que incomunicaron a toda mi familia!!!Llevense los telefonos celulares los televisores los contestadores automaticos las llasmadas en espera los mp3, las computadoras...Devuelvanme los rios y los arboles, los pajaros y la huerta familiar...llevense los autos y devuelvanme el aire puro que me sacaron...Dejenme en paz...DEJENME EN PAZ

Anónimo dijo...

Chapó!gracias por tomarte el tiempo en leerlo! era lo más importante

Anónimo dijo...

Primero voy a hacer un inciso... Creo que este tema es suficientemente interesante para compartir opiniones, y me parece triste que sólo haya un comentario (hasta éste). Creo que es una buena oportunidad para crear un debate, es un tema que afecta a todos, y ver diferentes puntos de vista es esencial y enriquecedor...
Así que con este mensaje insto y animo a todos a ¡comentar algo!

Anónimo dijo...

Me gustó mucho como comenzaste el blog, el tema de
"SI ALGO MERECE SER HECHO, MERECE SER HECHO BIEN",
y el de:
"EL QUE MUCHO ABARCA, POCO APRIETA"
que para hacer las cosas a medias a veces es mejor dejarlo.
La cantidad sin calidad genera un "SÍNDROME DE INSATISFACCIÓN"
Algunas cosas van dirigidas a casos concretos que te han ocurrido.
Es cierto que ya no sabemos leer, sólo chequear, hay una falta de capacidad de concentración bestial, es la cultura del zapping aplicado a absolutamente todo, y como consecuencia ha aumentado nuestra infelicidad, a pesar o a causa de tener infinitos medios materiales para erradicarla.
Un poco gore lo de que "pierde el sentido nuestra vida", pero entiendo el motivo.
Sin embargo no estoy de acuerdo con lo de los domingos. Yo de joven (uf lo que acabo de decir) siempre he querido trabajar los domingos, para cobrar más y ahorrarme esa paz que ya conseguía por las noches al llegar a casa después de hacer mil cosas y que se convertía en hastío si disponía de ella durante un día entero. Y no pude hacerlo. Yo creo que si se paga en consecuencia, y no se obliga sino que se da la posibilidad, es una opción totalmente válida de vida. ¿Y si trabajo de lunes a sábado en horario de oficina? YO QUIERO COMPRAR EN DOMINGO.

Anónimo dijo...

Me ha hecho gracia que algun trozo parece un "corta y pega" de un folleto de SlowDownCulture. ¿Me lo confirmas o me lo desmientes?

Lo que no me gusta cómo está planteado (aunque puedes unirte a ello o no) es lo de la competencia o competitividad. "Si yo no hago 3 carreras y un master, no seré mejor que otro que sí lo está haciendo, por lo tanto no puedo perder los minutos y mucho menos un año."
Al leer este post me estoy planteando (contrariamente a todo lo que dices y digo, y con lo que estoy de acuerdo) volver a mi estrés anterior, que lo echo mucho de menos. A ver si encuentro un pequeño equilibrio. Y es que yo concretamente llevo un tiempecito de Slow Down primero voluntario y ahora ya involuntario.
Lo cierto es que no hace falta seguir un movimiento de moda provocado o que se aprovecha del aumento del estrés. Sólo hay que replantearse qué es más gratificante para uno, si hacer todo rápido y mal o tomarse un descanso como si fuera un premio y disfrutar de los no-remordimientos.
Claro q se puede vivir mejor consumiendo menos, pero si en un momento determinado, lo que te pide el cuerpo es comprarte una pieza de ropa interior, pues haces una pausa, dejas los deberes y te vas a comprar algo de ropa interior.
El problema que yo encuentro principal es limitarse a uno mismo, prohibirse el hacer cosas megagratificantes porque requieran mucho tiempo de preparación. Y yo en prohibirme cosas soy experta. Pero lo que he dicho antes, ya lo he dejado. Un poco por necesidad y luego, cuando pensaba retomarlo (pq en el fondo yo soy un poco feliz con esa vida), por obligación.
Pues eso, que lo de no vivir tan acelerados puede planteártelo el movimiento slow, puedes petar antes o después o pueden hacértelo ver los que te rodean si no han caído en la misma trampa.